Es una canción que está maldita y su condena es pensar en ella. Es un fenómeno cultural que ocurre cuando piensas en una canción y tiendes a repetirla sin cesar durante días enteros. Es una gran molestia pero llega un momento en el que acaba de sonar. La otra cara de esta condena es que suele ser una canción de baja calidad o por el contrario será una canción de una calidad media que pasado un año nadie más oirá. Está incluida dentro de las siete condenas de Ün-dar Nat.