Notación del siglo octavo, desenterrada de entre las metáforas que contenían las cartas de Fianggio Kolonja, pintor de la época. No se había descubierto hasta ahora por la incapacidad de entender a autoras del siglo VIII como Sor Emile G., Sor BonnaSuag, o Don Temprano Muñoz (sudónido de Claudia Notinger). Durante cincuenta años Kolonja tuvo una relación pasional con San Gerónimo. A fin de mantener en secreto dicha relación inventaron un sistema epistolar basado en notas musicales que sólo ellos conocían, esto fue lo que impulsó este tipo de notación.

El origen de los símbolos musicales de la notación Yuniané, también llamada Enigmática, la conocemos gracias a una página manchada de tinta que tras ser estudiada desveló de dónde provenía dicha notación. Esta página era un poema de amor hacia Kolonja.